Mi madre nunca me apoyó, era de la vieja escuela, como se dice en estos tiempos.
En mi vida he sido influenciada por Josefa Amar y Borbón una muy buena amiga y aliada de a lo que bautizamos como el feminismo. Pero se fue, todos se fueron y yo seguí con una nueva época: el Romanticismo. Esta fue la que me gustó mas de todas, era muy bella, pero a ver, nos ponían a las mujeres muy débiles ¡incluso había chicas que se suicidaban porque habían sido traicionadas!. Es evidente que hice escuchar mi voz criticando la sociedad. Hice una nueva amiga: Rosalía de Castro, no sé cuantas veces me leí La hija del mar. Era tan inspirador.
Después me hice amiga de Leopoldo Alas Clarín en la época del Realismo, otra época muy hermosa. Pero se fueron todos, se fueron y yo seguí viviendo.
Al entrar en la época del modernismo me quedé un poco pasmada: seguían en literatura con suicidios, y ya empezamos con la madre sacrificada. Me da repelús de pensar eso. Los hijos, si se tienen, tienen que ser libres. Tu vida no pueden ser tus hijos. En esta época escribí más que nunca. Tengo derechos por el amor de Dios debo decirlos.
Yo no veía salida, me encerré en mi casa solo escribiendo. El nombre de la escritora inmortal resonaba por todos lados...pero no ayudaba...estaba siendo como burla. Y creo que escuché que quemaron algunos libros míos,¿no podrían los hombres respetar mi trabajo? Yo no valgo menos, eso me dió fuerzas para seguir. Y se fueron todos y yo seguía adelante.
Y vino la Generación del 27, por fin , las mujeres éramos más libres, pensabamos más, bueno nos dejaban pensar más, y eramos más activas. Yo ayudé en ese tiempo a escribir la autografía de María Zambrano, y comenzamos a reclamar el voto. Con ello empezó la guerra y la posguerra y yo evidentemente seguí adelante, a pesar de la represión y el control del franquismo por medio de censuras de todo tipo.
En la posguerra, algunas heroínas como Gloria Fuertes, realizaron la liberación de la familia patriarcal, y reivindicamos la maternidad libre aunque nos llamaron " madres solteras". Entonces viví la peor y mejor época, el exilio. Me tuve que ir de mi querida España. El feminismo fue en picado, los tan satanizados homosexuales se fueron del país. Yo me fui con muchas otras mujeres. Me fui a Estados Unidos, qué hermoso país.
En América conocí a Erika otra mujer española que tenía el mismo problema de salud que yo: ambas no podíamos envejecer. Pero ella en cambio viajó muchísimo. Conoce tantos idiomas, tantos países...Me enamoré completamente.
Después del exilio nos fuimos de nuevo a España. Las chicas fueron evolucionando, fui a cada una de todas las manifestaciones de Madrid, mi bella tierra. Y hoy, el 8 de marzo, mi cumpleaños, el cumpleaños de Erika, supimos que nuestro destino es ser la luz que guía al feminismo.
Yo nací con una rara enfermedad, mi cuerpo no envejecía como debía; en mi siglo, el XVIII me llamaron la escritora inmortal. Bueno, eso fue cuando saqué a la luz mi sexo, antes en mi siglo me hice pasar por hombre, nosotras las mujeres no "éramos capaces" de escribir pero yo lo hacía igualmente. Siempre me decía a mi misma"si un hombre puede hacerlo¿por qué yo no?."
ResponderEliminarMi madre nunca me apoyó, era de la vieja escuela, como se dice en estos tiempos.
En mi vida he sido influenciada por Josefa Amar y Borbón una muy buena amiga y aliada de a lo que bautizamos como el feminismo. Pero se fue, todos se fueron y yo seguí con una nueva época: el Romanticismo. Esta fue la que me gustó mas de todas, era muy bella, pero a ver, nos ponían a las mujeres muy débiles ¡incluso había chicas que se suicidaban porque habían sido traicionadas!. Es evidente que hice escuchar mi voz criticando la sociedad. Hice una nueva amiga: Rosalía de Castro, no sé cuantas veces me leí La hija del mar. Era tan inspirador.
Después me hice amiga de Leopoldo Alas Clarín en la época del Realismo, otra época muy hermosa. Pero se fueron todos, se fueron y yo seguí viviendo.
Al entrar en la época del modernismo me quedé un poco pasmada: seguían en literatura con suicidios, y ya empezamos con la madre sacrificada. Me da repelús de pensar eso. Los hijos, si se tienen, tienen que ser libres. Tu vida no pueden ser tus hijos. En esta época escribí más que nunca. Tengo derechos por el amor de Dios debo decirlos.
Yo no veía salida, me encerré en mi casa solo escribiendo. El nombre de la escritora inmortal resonaba por todos lados...pero no ayudaba...estaba siendo como burla. Y creo que escuché que quemaron algunos libros míos,¿no podrían los hombres respetar mi trabajo? Yo no valgo menos, eso me dió fuerzas para seguir. Y se fueron todos y yo seguía adelante.
Y vino la Generación del 27, por fin , las mujeres éramos más libres, pensabamos más, bueno nos dejaban pensar más, y eramos más activas. Yo ayudé en ese tiempo a escribir la autografía de María Zambrano, y comenzamos a reclamar el voto. Con ello empezó la guerra y la posguerra y yo evidentemente seguí adelante, a pesar de la represión y el control del franquismo por medio de censuras de todo tipo.
En la posguerra, algunas heroínas como Gloria Fuertes, realizaron la liberación de la familia patriarcal, y reivindicamos la maternidad libre aunque nos llamaron " madres solteras". Entonces viví la peor y mejor época, el exilio. Me tuve que ir de mi querida España. El feminismo fue en picado, los tan satanizados homosexuales se fueron del país. Yo me fui con muchas otras mujeres. Me fui a Estados Unidos, qué hermoso país.
En América conocí a Erika otra mujer española que tenía el mismo problema de salud que yo: ambas no podíamos envejecer. Pero ella en cambio viajó muchísimo. Conoce tantos idiomas, tantos países...Me enamoré completamente.
Después del exilio nos fuimos de nuevo a España. Las chicas fueron evolucionando, fui a cada una de todas las manifestaciones de Madrid, mi bella tierra. Y hoy, el 8 de marzo, mi cumpleaños, el cumpleaños de Erika, supimos que nuestro destino es ser la luz que guía al feminismo.
Hola, Dani.
ResponderEliminarHas copiado el texto de Susana Guzmán.